El día 1 de marzo los búlgaros celebran Baba Marta regalando a sus seres queridos pulseritas y adornos de color rojo y blanco, llamados mártenitsa. Con este gesto se desean salud y buena suerte. Según la tradición, uno debe llevarla consigo hasta que vea la primera cigüeña del año. Después, puede colgarla de algún árbol, para transmitirle esa misma suerte. En el fondo, es una invocación colectiva a la llegada de la primavera. Tan necesaria, ¿verdad?
Hay quien piensa que soy un poeta de la naturaleza, pero no sabría decir exactamente si esto es un almendro. En cualquier caso, hoy ha amanecido así.
4 comentarios:
Es un alcornoque, como tú.
Dijo un melón.
precioso juan !que cuuentas adolfo
Hola Adolfo! Vivo "la aventura búlgara": cotidianeidad y desvío. Abrazo!
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