domingo, 8 de abril de 2012

La segunda vez ya no tendríamos miedo


Para resumir, quiero afirmar que nunca me precipitaré desde lo alto de una montaña mientras el abismo del sexo se abra ante mí. El amor es la muerte en vida. La falta de sexo es la ausencia de muerte en la vida, lo que conduce a la búsqueda de una muerte verdadera. Un hombre no sólo vive sino que muere y resucita, como las hojas de un árbol. [...] Asimismo, una relación sexual nos insinúa cuán agradable podría ser la muerte, pero no le prestamos mucha atención. Si pudiéramos morir dos veces, la segunda vez ya no tendríamos miedo. Es como una virgen que teme a la primera relación pero, al obtener placer, ya no teme la siguiente ocasión.


Fragmento de Diario secreto 1836-1837 (Madrid, Funambulista, 2011; traducción de Olga Volkonskaya, prefacio de Mijail Armanlinsky), de Alexander Pushkin (1799-1837).

martes, 3 de abril de 2012

Literatura como utopía


Cuánto tiempo hace que se nos decía: "¡Construye una palabra, construye una frase!". Nos torturaban con poemas; las marcas duelen todavía en la memoria. Uno de esos poemas comenzaba: "Me encontraba en los límites de mi país...". ¿Quién era el yo y de qué país se trataba? Lo que significaban los límites se deducía del hecho del contexto, ya que quien da por buenas las reglas y entra en el juego no tira la pelota fuera del campo.


Fragmento de Literatura como utopía (selección de escritos críticos) (Valencia, Pre-textos, 2012), de Ingeborg Bachmann (1926 - 1973).

domingo, 1 de abril de 2012

Erótica de la lectura


No me arrepiento de esas orgías de libros [...] En Viena, cuando no tenía dinero, gastaba todo lo que tenía en libros. En Londres, en los peores momentos, conseguía, contra viento y marea, comprar de vez en cuando libros. Nunca he aprendido nada sistemáticamente, como otra gente, sino por excitaciones súbitas. Siempre empezaban con que mi mirada caía sobre algo que tenía que poseer fuera como fuera. El gesto de coger, la alegría de tirar el dinero por la ventana, el transportarlo a casa o al local más próximo, el contemplar, acariciar, hojear, el guardarlo durante años, el momento de un nuevo descubrimiento cuando las cosas se ponían serias -todo eso es parte de un proceso creativo cuyos detalles secretos desconozco. Pero en mi caso nada sucede de otro modo, y por lo tanto tendré que comprar libros hasta el último instante de mi vida, sobre todo cuando sé con seguridad que nunca los leeré.
Creo que es también parte de la rebeldía contra la muerte. Nunca quiero saber qué libros entre ésos se quedarán sin leer.

(1973)

De Apuntes, 1973-1984 (Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2000; traducción de Genoveva Dieterich), de Elias Canetti (Ruse, Bulgaria, 1905 - Suiza, 1994).