LA CLEPSIDRA DEL CORAZÓN
La luna, completamente llena y de una frialdad nacarada, surgió en el horizonte. La liebre en la alfalfa levantó con temor la cabeza. Sus orejas marcaban las doce menos cinco en la esfera siniestra. Era absurdo. Pero sólo en apariencia. Su corazón batía tan rápido que en un solo segundo medía varios a la vez. Está claro que todas las cosas, vivas o muertas, viven en un tiempo diferente.
La luna, completamente llena y de una frialdad nacarada, surgió en el horizonte. La liebre en la alfalfa levantó con temor la cabeza. Sus orejas marcaban las doce menos cinco en la esfera siniestra. Era absurdo. Pero sólo en apariencia. Su corazón batía tan rápido que en un solo segundo medía varios a la vez. Está claro que todas las cosas, vivas o muertas, viven en un tiempo diferente.
Del libro La calavera de Yorick. 45 poemas cotidianos (2004)
4 comentarios:
uf! qué pasada!
¡Me alegra que te guste, Fran! Estoy traduciendo un libro de Kadiiski. En principio, por diversión, luego ya veremos.
Muchos abrazos.
Buena pinta.
Gracias Nacho! Por cierto, envíame tu novela, malandrín. Que tengo ganas de leerla. Abrazo!
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