HIMNO TEMPORAL
Como mira el pescador la orilla
al principio de la noche, cuando el viento
lo empuja hacia el paso de la luna,
y en sí repite las figuras del tiempo
inacabable, y se exalta con la memoria
evocando el regreso
y de repente lo captura el luminoso
despertar de la presa
olvidándose así de todo, menos
del alto volumen y de la viva
fuerza del mar, arrojando
con las redes la límpida familia
en el vasto olvido...
así de sola está nuestra generación,
Dios mío. Mis palabras persuaden una patria
más lejana, de eternas ramas susurrantes
y tupidas.
Es incierta la nueva dirección.
Y, a veces, en fulgentes simulacros
se abrazan los recuerdos. Pero, ¿de qué sirve
tumbarse en el pasado? Sangre y linfa
brotan, mas incierto es el respiro.
Ruinosas tierras deberemos
cultivar. Pero hazme una promesa
de las tuyas: se abre en los días una pregunta
infinita. Fragorosas aguas las orillas
conocerán de tu talla.
Tuya, y no solo: el hombre sobrevive
a tu paz. Pero sé tú el surco
fecundo, la semilla alada, la mano colma.
Poema de Giovanni Raboni, del libro Gesta Romanorum (Vaso Roto, 2011; edición de Luca Daino y Juan Carlos Reche, traducción de Juan Carlos Reche).
4 comentarios:
Hola Juan Antonio soy Lucía!Como vas por allí?Por aqui las cosas no es que vayan muy bien pero se intenta sacar lo positivo de todo... Espero que todo te vaya genial que te lo mereces :)
Un beso enorme y deseando de verte estoy jaja!
currito con su calma iluminada. qué poemaco. (y qué traducción buena)
juanandrés
Muchas felicidades a Juan Carlos por este trabajo de traducción. Magnífico. Y un abrazo para los dos.
Abrazos, amigos míos
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