miércoles, 7 de enero de 2009

La guerra del gas en Burgás

Bulgaria importa el 90% del gas que consume a través de Ucrania. El corte total del suministro de momento sólo me ha afectado en que la jornada escolar se ha reducido a la mitad, para ahorrar en el gasto de calefacción. A las 11.30 alumnos y profesores estamos en la calle. El resto de lo que sé es sólo por opiniones de mis conocidos. Parece ser que, si la situación sigue como hasta ahora, en pocos días habrá cortes de electricidad en todo el país. Sólo dispondremos de ella 3 ó 4 horas al día, seguramente de noche. Es probable que tampoco haya pan, ya que la mayoría de los hornos funcionan con gas. Lógicamente las clases se suspenderán y las fábricas dejaran de tener actividad. El gobierno de Bulgaria ha formado un gabinete de crisis.

La gente de la calle, aunque lo está, no parece preocupada, como si supieran que sobrevivirán a esta enésima crisis. Ya lo he escuchado varias veces: "tú tranquilo, en Bulgaria todo es posible". Así que yo, tranquilo.

5 comentarios:

Raúl dijo...

A lo mejor el sr. putin no se ha enterado de que estás viviendo allí. Tendrías que hacerle una llamadita y la crisis cesaría de inmediato.

Juan Antonio Bernier dijo...

¿Para qué están los servicios secretos? ¿Es que tengo que vestirme de flamenco para hacerme notar? ;-)

Isabel Almazán dijo...

¿Sobreviviremos? Espero que sí!

Hola, ¿cómo estás? No sé si viniste al festival de teatro de Sofía. Espero que pasaras buenas fiestas.

Bueno cuidate, un beso,

Isa

soperos dijo...

berni, amigo, como suele ocurrir, tu comentario real desde el terreno contradice -al menos en parte- la catástrofe diaria con que nos roe esta tele tan proclive al desmelene...en todo caso, que siga bien tu estancia y cuídate, poeta!

abrazos soperos

pepe

Juan Antonio Bernier dijo...

Hola Isabel! Sobreviviremos. Sólo hay que fijarse en los búlgaros, no? Estuve en Sofia, pero siempre al cuidado de los alumnos... Por cierto, me gusta mucho tu blog. Besos!

Soperos, la catástrofe es real para muchas familias, unas 150.000. Pero es cierto que no tiene mucho que ver con el tratamiento espectacular de nuestra sociedad de la información. Por ejemplo, me pregunto cómo consiguen los reporteros de El País que cualquier fotografía de un desastre parezca un homenaje a la belleza de este mundo. Saludos de un cordobés trasplantado al invierno búlgaro (a veces me siento como una jirafa en el polo norte)!