domingo, 8 de abril de 2012

La segunda vez ya no tendríamos miedo


Para resumir, quiero afirmar que nunca me precipitaré desde lo alto de una montaña mientras el abismo del sexo se abra ante mí. El amor es la muerte en vida. La falta de sexo es la ausencia de muerte en la vida, lo que conduce a la búsqueda de una muerte verdadera. Un hombre no sólo vive sino que muere y resucita, como las hojas de un árbol. [...] Asimismo, una relación sexual nos insinúa cuán agradable podría ser la muerte, pero no le prestamos mucha atención. Si pudiéramos morir dos veces, la segunda vez ya no tendríamos miedo. Es como una virgen que teme a la primera relación pero, al obtener placer, ya no teme la siguiente ocasión.


Fragmento de Diario secreto 1836-1837 (Madrid, Funambulista, 2011; traducción de Olga Volkonskaya, prefacio de Mijail Armanlinsky), de Alexander Pushkin (1799-1837).

8 comentarios:

Unknown dijo...

Si pudiéramos morir dos veces

Juan Antonio Bernier dijo...

Abrazos, Elisabeth.

La cita que he elegido es la menos subidita de tono de un libro absolutamente pornográfico, cuya supuesta autoría no está demostrada, y que dice algunas verdades y/o barbaridades difíciles de declarar en público. Lo recomiendo porque me ha hecho pasar un buen rato.

Su Xiaoxiao dijo...

Hay algunos fragmentos que me gustaron en el libro, como el que has seleccionado... pero sopesándolo en general, me decepcionó bastante, esperaba más del diario de un escritor como Pushkin... pero como dices la autoría es dudosa, así que quién sabe...

Almudena Vega dijo...

morimos muchas veces, de hecho, el problema es que aún no se acepta, como el sexo. quizás vamos en el buen camino. también hoy yo hablo de hojas, de árboles, de muerte.

abrazo amigo!

~ dijo...

El amor como el momento en que el ser se suspende, deja de ser sí mismo para pasar a las manos de otro.

Me encantó el fragmento, dan ganas de leer el libro.
Y lindo blog :)

Saludos

Juan Antonio Bernier dijo...

Hola, Anouk. Yo creo que este libro tiene poco de diario y de Pushkin, a juzgar por el estilo. En mi opinion, se trata mas bien de una novela erotica anonima que ha tomado al personaje de Pushkin como protagonista (y como autor). El editor casi (casi) lo reconoce. Es un fenomeno interesante.

Abrazos constantes para ti y para Almudena. Y para Andrea abrazos de bienvenida.

Anónimo dijo...

Inciampo sul tuo blog. Do un'occhiata in giro

Cristina

Juan Antonio Bernier dijo...

Bienvenida, Cristina.

¡Abrazos!