sábado, 14 de enero de 2012

Cada vez que escribo un aforismo se me cae una pestaña


Asistimos a la muerte ajena como a un eclipse.

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Los hijos corren hacia nosotros alejándose.

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La familia nos sobrevalora porque formamos parte de ella.
Los amantes nos sobrevaloran porque los sobrevaloramos.
Los amigos consideran que valemos lo justo.

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Los infieles son cleptómanos del amor.

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La promiscuidad es una verdad contagiosa.

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Son tantos mis vicios que no logro profundizar en una mala senda.

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La inmensidad puede surgir de un centímetro, de un clítoris, de un aforismo.

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La buena literatura aparca en prohibido, la mala crítica en zona para minusválidos.

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La teoría disfruta husmeando en los hornos antes de comerse el pan.

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Una larga convalecencia genera novelistas. La proximidad de una catástrofe, poetas. ¿De qué agujero salen los aforistas?

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Los ejemplos golpean al pensamiento abstracto. El aforismo es su hematoma.


Aforismos de Erika Martínez (Jaén, 1979), del libro Lenguaraz (Pre-textos, Valencia, 2011).

4 comentarios:

Almudena Vega dijo...

gracias, tiene muy buena pinta, lo apunto. besos.

Juan Antonio Bernier dijo...

Ya verás que merece la pena. ¡Pásalo bien en Granada! Qué envidia.

soperos dijo...

berni, preciosa entrada. y el libro de erika debe de ser estupendo.

con permiso, voy a robarte algunas de esas "perlas" para el blog.

abrazos,
pepe

Juan Antonio Bernier dijo...

Claro que sí, Pepe. El libro de Erika merece toda la difusión que se le pueda dar.

¡Abrazo!